Cugat es un apellido catalán de escasa difusión. En Chile, es el nombre de una cadena de supermercados que cada vez toma más relevancia, en una industria dominada por actores de talla mundial como Walmart.
La empresa nació el año 1976, con un primer local en la ciudad de Pichidegua. Recoge el apellido de su dueño: Gustavo González Cugat. Todo partió como un emprendimiento familiar y hoy el negocio suma doce locales, repartidos por el sur de Chile en ciudades como Rancagua, Linares, Chillán, Temuco y Puerto Montt.
Junto a su señora Silvia Valdés Ovalle, este almacenero ha resistido a la presión de los grandes actores del sector. Y ha tenido éxito. Incluso, ha confidenciado sus ganas de internacionalizar su modelo. Según cercanos al empresario, quien mantiene un muy bajo perfil, ha mirado la opción de instalarse en España, uno de los mercados más competitivos a nivel mundial en el negocio de los supermercados. Hasta ahora, todo ha quedado como una idea, pues el foco ha sido fortalecer la presencia de Cugat en el sur del país.
Pese a la competencia, González no ha tirado la toalla, a diferencia de muchos empresarios de su generación que optaron por vender sus cadenas a grandes consorcios como SMU, la matriz de los supermercados Unimarc, controlada por el empresario Alvaro Saieh.
La iglesia evangélica que preside.
La lista de ex supermercadistas es larga: Francisco Javier Errázuriz vendió Unimarc, Enrique Bravo hizo lo propio con Bryc y Juan Carlos Bayelle enajenó la cadena Bigger, sólo por nombrar algunos.
Pero Gustavo González no vende. Es uno de los pocos que queda de la vieja guardia. En esta lista también entra el clan Eltit, que son los líderes del negocio en Pucón.
Otros, como Horst Paulmann y Francisco Leyton entraron a otra liga. Ambos partieron con supermercados hace varias décadas, pero hoy son parte de dos de los grupos más importantes de Chile. El primero es el controlador de Cencosud, que agrupa a los supermercados Jumbo y Santa Isabel, además de centros comerciales y otros negocios repartidos por América Latina. Leyton –cuya familia fue la fundadora de Supermercados San Francisco- se asoció con Falabella: el empresario tiene una participación en Tottus, la filial de supermercados del conglomerado liderado por los clanes Solari y Del Río.
La Iglesia Evangélica
Para pelear con gigantes como los supermercados Lider de Walmart, la familia González Valdés ha desarrollado una estrategia que apunta a tener precios competitivos. Pero no sólo en los segmentos de abarrotes e higiene. Cugat ha potenciado de manera muy relevante la línea de vestuario, área que lidera Silvia Valdés. La empresaria es la que está encargada de comprar grandes containers en Panamá con ropa de marca top, la que luego es ofrecida a los clientes a precios muy convenientes. “Son como una verdadera liquidadora, les ha ido muy bien en esta área”, dice un directivo de la competencia, quien destaca que el matrimonio dueño de Cugat está muy encima del negocio.
“Tomando el pulso de las necesidades y oportunidades que fueron apareciendo, se integraron a la empresa las secciones de hogar, marcas propias, restaurantes, servicios alimenticios y farmacias. Además, ofrecemos a nuestros clientes la oportunidad de conocer el mundo mediante nuestra selección de productos importados de América, Europa y Asia”, es la descripción de Supermercados Cugat en su página web.
Pese a los intentos de este medio, no fue posible tener declaraciones del propio Gustavo González.
El empresario mantiene una estrecha relación con la fe que profesa, ya que es el presidente de la Fundación Ministerio Espíritu y Palabra, organización evangélica de la Región del Libertador Bernardo O’Higgins.
En octubre del 2016 esta entidad participó en la apertura de la primera catedral evangélica de Rancagua. Además, junto a uno de sus supermercados Cugat en esa ciudad, González levantó la llamada Iglesia Cristales Colores.
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